lunes, 19 de febrero de 2018

Alicia


Ella es Alicia,
                       a veces un poco despistada
                       a veces un poco desencajada
Vive soñando que el tiempo corra o no pase en absoluto
Duerme imaginando que un conejo la guía y la descarrila de esa rutina que la hastía

Se ve atrapada en la incompetente encrucijada que legan los recuerdos
Se encuentra inherente, sin desearlo,  de esa pantomima subversiva que ofrece la Reina

Es silenciada cada vez que quiere ser Libra
Es acribillada sin pudor cuando intenta alzarse contra los peones
Es mutilada sin miramientos por los alfiles y sus secuaces como forma de diversión

Entiende que hablan de corazones, cuando solo están pintados sobre las cartas, pero decide callar más de una vez, teniendo la vaga ilusión de que la pintura sea absorbida así como que los corazones comiencen a latir en el pecho de los alfiles
Sin embargo, las ilusiones mueren con ella una, y otra, y otra vez

A veces aparece un Sombrerero, desquiciado, alborotado
Pone en jaque al alfil, los peones, el caballo, las torres, el Rey...

Con un té y dos cucharadas de locura se dedica a amar a Alicia, invitándola a salir de las sombras y dejar atrás los fantasmas
Quiere romper su silencio y que pueda hacer justicia
Quiere aliviar el dolor y que eleve su voz
Quiere sentir su sangre bombeando hacia su corazón

Y lo intenta. Se rompe y reconstruye. Asfixia y redime

Entonces acaece la llegada del Gato, entre miradas oscilantes sin saber si confiar o rechazar
Cumple un rol infame, quedándose al margen de ese inagotable y hostil ajedrez que Alicia padece

Las rosas rojas son pintadas, cruel engaño, ni en lo más mínimo hay veracidad

Se siente como si no hubiese fin a tanta vileza

Y Alicia se encuentra marchita, reflejada en un viejo espejo,
preguntándose en qué lugar remoto quedó el respeto por el prójimo
Preguntándose quién será la próxima Alicia,
si acaso tendrá la fuerza para defender con uñas y dientes su vida
o si quizás un Sombrerero llegue a ella a aportarle locura y amor

O será otro mustio recuerdo en ese espejo donde se refleja el alma de cada una de nosotras

Todas somos Alicia



6 comentarios:

  1. Es súper bonito, cuanta razón... yo también me considero Alicia.

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    1. Gracias por tus palabras y por tomarte el tiempo de leerlo.
      Un abrazo gigante.

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  2. ¡Hola!
    Desde que leí Sick Fux como que estoy obsesionada con Alicia en el país de las maravillas y no puedo sacarla de mi mente, me ha encantado el texto<3
    Besos<3

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    1. Muchas gracias por pasarte <3 y leer.
      ¡¡Te mando un abrazo!!

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  3. No sólo por ser Alicia mi nombre, pero cuanta verdad en tan pocas palabras.
    Es precioso, cualquiera de nosotras puede ser Alicia.
    Me ha encantado, de verdad.
    B7s

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